El proyecto busca incidir en un diagnóstico temprano de la enfermedad, clave para paliar los síntomas asociados a la patología
El Centro de Investigación Biomédica de La Rioja ha iniciado un nuevo proyecto que pretende entender el origen y la causa de la enfermedad de Parkinson. Este nuevo reto está liderado por la Unidad de Neurobiología Molecular, perteneciente al área de Enfermedades Neurodegenerativas del CIBIR.
Los detalles de la nueva línea de investigación se han dado a conocer hoy en una reunión que han mantenido los investigadores de la unidad con la consejera de Salud, María Martín, el subdirector adjunto al Área de Salud, Carlos Piserra, el director gerente de la Fundación Rioja Salud, Javier Aparicio, el director de investigación del CIBIR, Eduardo Mirpuri, y el presidente de la Asociación Riojana de Enfermos de Parkinson (AREPAK), Roberto Moreno, con motivo de la conmemoración mañana, 11 de abril, del Día Mundial del Parkinson.
La consejera de Salud ha destacado “la excelencia en la investigación realizada por la Unidad de Neurobiología Molecular del CIBIR, focalizada en buscar respuestas tanto al origen de la enfermedad como a la eficacia de nuevos tratamientos que puedan ralentizar el progreso de la enfermedad”.
Durante su intervención, la titular de Salud ha agradecido “la labor que desarrolla la Asociación Riojana de Enfermos de Parkinson a la hora de dar respuesta a las necesidades de las personas afectadas por la enfermedad y mejorar la calidad de vida de las mismas, objetivos comparte el servicio de Neurología del Hospital San Pedro, cuyos profesionales acompañan a los afectados por la enfermedad y sus familias en el día a día”.
Por su parte, la investigadora principal de la unidad de Neurobiología Molecular del CIBIR, Lydia Álvarez-Erviti, ha expuesto que el nuevo proyecto, en el que también colabora la Universidad de Navarra, llevará a cabo sus experimentaciones en modelos animales con el fin de investigar y analizar los factores asociados al origen de la enfermedad.
Avances en las líneas de investigación en Parkinson
Asimismo, Álvarez-Erviti ha presentado los avances de las dos líneas de investigación en Parkinson que está desarrollando el grupo de investigación que lidera. La primera de ellas, financiada por Parkinson’s UK, desarrolla una nueva terapia génica con el objetivo de ralentizar la progresión de la enfermedad. En este momento de la investigación, el grupo de científicos del CIBIR evalúa la eficacia del tratamiento administrado por vía intravenosa en un modelo animal de enfermedad de Parkinson.
La segunda línea de investigación, financiada por el Instituto de la Salud Carlos III, trata de descubrir dianas potenciales para desarrollar nuevos tratamientos. En la fase actual de la investigación, el grupo está desarrollando nuevos estudios y analizando resultados para entender los mecanismos implicados en la enfermedad.
Del mismo modo, la investigadora ha subrayado la importancia que desempeña la proteína alfa-sinucleína, molécula vinculada a la enfermedad de Parkinson y cuya caracterización es fundamental tanto en el estudio de patrones y mecanismos de origen como en la progresión de la enfermedad.
Durante los procesos que guían su investigación, la Unidad de Neurobiología Molecular del CIBIR emplea muestras de pacientes, líneas celulares en el laboratorio y modelos animales de la enfermedad de Parkinson. Tanto los modelos celulares como animales se utilizan para entender los mecanismos implicados en el origen y la progresión de la enfermedad, y testar nuevas terapias centradas en la proteína alfa-sinucleina.
Segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente
La enfermedad de Parkinson es el segundo trastorno neurodegenerativo más prevalente en la actualidad, que afecta en España a 682 personas por cada 100.000 habitantes.
Los síntomas que sirven de guía para el diagnóstico de la patología son el temblor, la rigidez y la bradicinesia. Del mismo modo, existen síntomas no motores, como pueden ser las alteraciones cognitivo-conductuales, trastornos del sueño, los síntomas sensitivos (anosmia y dolor) o síntomas autonómicos asociados a disfunción urogenital, estreñimiento e hipotensión ortostática.
En el momento del diagnóstico, la amplia mayoría de los pacientes muestran leves alteraciones cognitivas, que afectan especialmente las funciones visuoespaciales, ejecutivas y del aprendizaje. Durante su curso evolutivo, hasta un 50% de los pacientes presentan demencia en estadios más avanzados de la enfermedad. Además de la disfagia, que también suele presentarse en etapas muy avanzas, otras alteraciones asociadas a la enfermedad son síntomas neuropsiquiátricos como la depresión, ansiedad y apatía.