El convenio suscrito por la Fundación Rioja Salud y la Secretaría de Estado de Seguridad también ha permitido la formación sobre el manejo de desfibriladores semiautomáticos externos a 80 agentes.
La consejera de Salud y Políticas Sociales, María Martín, ha hecho entrega hoy, día 28, de una dotación de 40 desfibriladores semiautomáticos externos (DESA) a la Policía Nacional y la Guardia Civil para su instalación en vehículos y unidades operativas.
La financiación de los dispositivos ha sido posible gracias al convenio suscrito entre la Fundación Rioja Salud y la Secretaría de Estado de Seguridad, que además ha permitido la formación de 80 agentes con el fin de obtener la instrucción precisa para su manejo en situaciones de parada cardiorrespiratoria.
Al acto de entrega han asistido la consejera de Salud, María Martín, el director gerente de Fundación Rioja Salud, Juan Carlos Oliva, Beatriz Arraiz, delegada del Gobierno en La Rioja, el Jefe Superior de Policía de La Rioja, Comisario Principal D. Manuel Laguna Cencerrado, el Jefe Regional de Operaciones, Comisario D. Alfonso Medrano Juárez, el Jefe de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, Inspector Jefe D. Ignacio García Moreno, la Jefa de Sección de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, Inspectora Jefa Dña. Eva Lobo García.
Por parte de la Guardia Civil ha asistido el Coronel Jefe Interino D. Enrique Moure Lavilla, el Coronel Médico de la 10º Zona D. Manuel Tomás Fernando Plaza, el Teniente Coronel Jefe de Operaciones, D. Miguel Ángel Aguirre Moralo y el Comandante Jefe de Policía Judicial, D. Enrique Guerrero Rodríguez
Una colaboración necesaria para salvar vidas
El propósito del acuerdo suscrito radica en que una parte significativa de las acciones policiales involucran labores humanitarias, dentro de las cuales, la aplicación de la reanimación cardiopulmonar mediante la técnica de masajes cardíacos tiene una importancia fundamental en la preservación de vidas.
Asimismo, la disponibilidad de desfibriladores permite llevar a cabo este tipo de intervenciones con el fin de reducir al máximo los riesgos vitales. La utilización de estos dispositivos por parte de personal no perteneciente al ámbito de la salud es actualmente el enfoque terapéutico más efectivo y seguro en los casos de paro cardíaco con ritmo desfibrilable.